Hay que escribir los Objetivos.
“Para el que no sabe hacia dónde navega… ningún viento le favorece” SENECA.
Existen dos tipos de errores:
Uno de ellos son los cometidos “por hacer algo mal” y los otros serían los que se cometen simplemente “por dejar de hacer algo”.
Muchos de nosotros, como Emprendedores, cometemos el error de no dejar constancia por escrito de los “Objetivos” que tenemos que hacer cada año (y segmentarlo también por meses y por semanas).
¿Cómo vamos a ser capaces de tomar decisiones a diario, si no sabemos hacia dónde vamos?.
Trabajar, pero sobre todo vivir sin objetivos es como andar perdidos por una ciudad, deambulando y sin un destino claro.
Escribir los objetivos, por ejemplo a finales de año, aunque parezca una tontería funciona y funciona muy bien para el que es emprendedor o pretende serlo.
Activa nuestro cerebro y nos abre un mundo de ideas y de posibilidades que no habríamos ni tan siquiera llegado a imaginar.
Surgen Conclusiones, Visiones Claras, Nuevos Enfoques y una manera de Fluir diferente de la Vida.
Es diseñar nuestra vida, nuestra manera y forma de trabajar.
Al ser los máximos dirigentes de nuestros negocios, tenemos que tener metas que sean muy claras.
¿Podemos concebir alguna empresa, que no tenga claros sus objetivos?.
Yo aún añadiría que además de escribir los objetivos profesionales de nuestro negocio, pudiésemos escribir nuestros propios objetivos personales, económicos,..y siempre hay que pensar que habrá sorpresas de última hora que nos harán cambiar en algo el Rumbo, pero desde luego ya tendremos señaladas nuestras Referencias.
Dichos Objetivos, como señala Sergio Fernández López en su libro deben ser: S.M.A.R.T.:
- Específicos: Es decir, que sean concretos, no abstractos.
- Medibles: Que puedan ser cuantificados.
- Alcanzables: Hay que poner objetivos realistas, ya que si no lo son, no tendríamos motivaciones para seguir con nuestro trabajo o profesión.
- Retadores. Tienen que tener un cierto componente de Ambición. Y que de paso consigan motivarnos.
- Temporalizados. Que sean acotados en el tiempo. Si esto no se realiza no se podrá evaluar su progreso.
Además deberíamos de añadir otro punto que sería el de ser Adaptables, a las circunstancias cambiantes y sobrevenidas que pueden aparecer en un momento determinado.
Estos objetivos escritos es bueno hacerlos de manera Anualizada o Semestral e ir supervisandolos de forma mensual para poder corregir desviaciones y poder funcionar de una manera más relajada.
Lo importante de todo es que aunque no se consigan todos los objetivos propuestos pero sí una parte importante, se habrá conseguido desde luego una sensación de bienestar.
De Legalis Consultores sobre texto de Sergio Fernández López.
Legalis Consultores.
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